De todas las mujeres que has tenido
que me quieres a mí más que a ninguna
es lo que dices siempre. Sin embargo,
ellas pudieron compartir tu cama,
y a mí me has encerrado en este cuarto
en el que me visitas por las tardes,
me traes dulces y libros, y me hablas
de arte y literatura. Al despedirte
me das un paternal beso en la frente
y así hasta el otro día. Y yo me quedo
sola y me aburro. Y echo en falta un hombre.
Por eso no te extrañes, amor mío,
si vienes a mi celda por sorpresa
y me ves abrazada al carcelero.
Amalia Bautista, Cárcel de amor, 1988
es lo que dices siempre. Sin embargo,
ellas pudieron compartir tu cama,
y a mí me has encerrado en este cuarto
en el que me visitas por las tardes,
me traes dulces y libros, y me hablas
de arte y literatura. Al despedirte
me das un paternal beso en la frente
y así hasta el otro día. Y yo me quedo
sola y me aburro. Y echo en falta un hombre.
Por eso no te extrañes, amor mío,
si vienes a mi celda por sorpresa
y me ves abrazada al carcelero.
Amalia Bautista, Cárcel de amor, 1988
Todos nos prendemos
ResponderEliminarem vagarosos instantes
Sorte do carcereiro... eheheh... se bem traduzi...
ResponderEliminarQuerida amiga, tem um bom resto de domingo e uma boa semana.
Beijos.
"Aquela cativa que me tem cativo"... ocorre-me Camões, Mar Arável. :)
ResponderEliminarNilson, assim é. :)
Um bom resto de domingo e boa semana.
Bjs